Los profesionales del sector se muestran cautos al adelantar cifras de ocupación, como consecuencia del cambio en los paradigmas de contratación de los viajeros aunque aguardan un verano similar al del año pasado, en términos de viajeros y ocupación
Cada vez en mayor medida apuestan por fijar más los objetivos en la rentabilidad y el gasto medio del viajero, cifras en las que aún hay margen de mejora
El cambio en el paradigma de la comercialización turística hace cada vez más complejo elevar previsiones de ocupación por parte del conjunto del sector turístico gallego que ve como al factor climatológico se le añaden las cada vez más habituales reservas de última hora, lo que hace más complejo aventurar con éxito previsiones de ocupación para lo conjunto de la temporada estival. Ofertas de última hora y climatología hacen que los establecimientos tengan que tener una mayor capacidad para dar respuesta a una situación tan marcada por el last minut, además de hacer más complicada las previsiones de ocupación.
Así pues las estimaciones del sector están marcadas por la prudencia pero se mueven en las buenas sensaciones y se trabaja con una previsión inicial de un 60% de promedio de ocupación en el conjunto del territorio gallego, algo superior para los fines de semana, y con el objetivo de tener un verano con cifras similares a las del año pasado, que podrían mejorar si la climatología del mes de julio se muestra benévola. Junio y julio de 2018 fueron algo flojos en reservas que se recuperaron en el mes de agosto hasta marcar porcentajes de ocupación altas, entre lo 80 y el 90% en los principales puntos de atracción turística, lo que nos dio como balance final que Galicia recibió 1,4 millones de visitantes que hicieron más de 3,7 millones de pernoctas. Un buen balance si la analizamos en el histórico del último lustro, aunque algo menor respeto al año récord de 2017, lo que nos hace pensar que estamos al inicio de una fase de consolidación de las cifras de ocupación conseguidas.
Las condiciones climatológicas serán determinantes en los resultados finales y cabe tener en cuenta, incluso, que el hecho de no conseguir máximas temperaturas y mantener temperaturas más moderadas, llegue a jugar a favor de la elección de Galicia como destino turístico en un gran número de viajeros.
Previsión media y por puntos de interés turístico
El porcentaje medio de ocupación, que se estima en 60% en el conjunto del territorio y de los meses de julio y agosto se verá incrementado en los puntos turísticos con mayor afluencia de viajeros, como la franja atlántica y urbes, especialmente a medida que avance la temporada y, sobre todo, a partir de la segunda quincena de julio y en agosto, que sigue marcando las mejores cifras de ocupación, con promedios superiores al 80%.
En el caso de A Coruña el sector hotelero sitúa su previsión media para el conjunto de la temporada estival alrededor del 78%, más baja en julio, en torno al 70% y con un repunte previsible en agosto, que les permitiría situarse alrededor del 80% de ocupación. En Compostela, las previsiones que se manejan son similares al año pasado, en torno a un 80%, con importantes diferencias de ocupación entre julio y agosto, aunque es previsible que las cifras mejorarán a partir de la segunda quincena de julio, en las que la capital gallega afrenta sus fiestas grandes y festivo del 25 de julio.
En la provincia de Pontevedra para julio y agosto Turismo Rías Baixas prevé una ocupación media del 68%: 63% en julio y 72% en agosto. Son previsiones prudentes ya que el sector considera que a partir de julio se moverán un 40% de reservas por lo que los datos podrían mejorar considerablemente. Se miramos más al por menor en algunos de los destinos turísticos de la provincia, en el caso de Vigo, el sector trabaja con una previsión de alrededor del 70 a 75% en julio, esperando que eventos como los festivales como Marisquiño o Seafest o el campeonato deportivo de balonmano de finales de julio marquen buenos resultados de ocupación a la ciudad que mejorarán para el mes de agosto, llegando a cerca del 90%.
En el caso específico de Sanxenxo, las previsiones que maneja el sector están en un 65% para el mes de julio que llegarán al 92% en el mes de agosto mientras que se hablamos de turismo rural en la provincia de Pontevedra, las cifras girarán alrededor del promedio, en un 60% en julio y alrededor del 75% en agosto.
En el caso de Lugo y Ourense los porcentajes de ocupación varían considerablemente entre el conjunto de la provincia y las urbes o puntos de afluencia turísticas, como la Marina Lucense o la Ribeira Sacra, que previsiblementes volverán a marcar muy buenos índices de ocupación superando muy posiblemente el 80% mientras que en el conjunto de la provincia, la ocupación cae prácticamente a la mitad, quedando alrededor del 40%.
Sin embargo, las expectativas del sector quieren mirar más allá de los número de viajeros y pernoctar para seguir mejorando en estancia media y gasto medio por viajero, que son los caballos de batalla del sector, y que les permitirán seguir mejorando en rendabilidad, uno de los objetivos con los que trabaja el conjunto del sector. En este sentido, aún queda margen de mejora y de recuperación de precios en las tarifas de los viajeros, apostando por un turismo segmentado y de calidad, que busca un valor añadido a sus experiencias de viaje, sin olvidar la internacionalización que permita seguir avanzando en el porcentaje de viajeros extranjeros que escogen Galicia como destino, ya que en verano el mayor porcentaje de viajeros que recibimos sigue siendo del mercado interno y nacional.